Vuelvo a llegar tarde, como siempre. Esta vez me espera algo más que tu olvido, tus palabras tan bonitas y, a la vez, tan lejanas. Hoy volveré a llegar tarde.
Quizás sea necesaria otra vuelta más de la rueda del tiempo. Quizás ya se haya pasado de revoluciones, no lo sé.
Lo cierto es que yo sigo aquí y tú allí, así de simple, tan sencillo como que no queda más camino que hacia delante. Tan fácil como seguir viviendo, sin más pretensión que la de vivir bien.
Casi nada, me parece que esa pretensión bastante difícil es de alcanzar, pues el arte para aprender a vivir bien dura toda la vida.
Escrito por ??? a las 16 de Mayo 2004 a las 08:41 PM