Hoy, la puerta abierta, una vez más. Con música entran mejor las ideas, o salen o las dos cosas...
Me gustaría poder entender el tiempo. A veces actúa como baremo de las sensaciones ( se me ha pasado muy rápido--->lo estoy pasando bien ). Bien, encontramos la opción siguiente como la más común, y quizá por eso es la que pasa más desapercibida: el tiempo es viajero de un sólo sentido y dirección. Bravo!
El tiempo es esto: imagina que estás en medio de una riada de gente y necesitas una información (p, ej: dónde queda una calle). Bien, el tiempo es cada una de las personas a las que intentas preguntar y no te contestan, pero el tiempo también es aquella que se para a contestar...¿No tenía nada que hacer y por eso se paró? Puede que, harto de que pasara tanta gente sin respuesta, preguntaste con más vehemencia en esta ocasión...
Lo cierto es que yo una vez estuve en medio de una de estas riadas. Resulta un tanto incómodo. Pero había una cosa que resultaba de lo más curiosa: a cada uno que yo me paraba a preguntar me miraba y me decían una cosa antes de que yo preguntara: Carpe Diem, me decían, Carpe Diem...
Vuelve el cuervo con el hueso entre los dientes
cae al nido convertido en canción
las negras nubes y el cielo, sienten
que pueden llevarla hasta donde estoy yo...
37 muertos en la portada del periódico. Los números hablan. Ocupan más espacio del que parece. Se convierten en signos macabros, extraños entre tanta letra. Ésta es quizá demasiado noble para indicar la tragedia, y además es mejor decirlo brevemente, como para quitarse el tema de encima cuanto antes...
Una mera hojeada a la noticia y se puede formar una idea de la magnitud de la tragedia. "...al menos 10 personas..." "...alrededor de 50 resultaron heridas..." "...se temía que la cifra de muertos aumentase, ya que 12 personas..." "...90 pasajeros a bordo..."
Y así, a base de teclear números y números se agranda el montón; una vida cabe en un número. Una tragedia, en dos o tres.
Fotos, letras en negrita, en grande...0 9 3 6 7 5 4...