Había días en que yo te idolatraba
aquellos días en que en otro Sol brillabas.
Tú me pedías que nunca te abandonara,
que me quedara, que sin mí tú no eras nada.
Y ya ves, puede ser
que la vida no te deje comprender
Y ya ves
que nunca te lo vaya a devolver.
Puedo pedirte que te quedes para siempre,
puedo pedirte que no llores si me mientes.
No es diferente a como había sido antes.
No es diferente, sólo tengo que olvidarte.
Y ya ves, cada vez
que tú me recuerdas, vuelvo a ver
otra vez
tu mirada triste, tus ganas de no perder.
No quedan sitios para que nos escondamos
no quedan besos, ya no nos quedan recuerdos.
A tí te tuve, en ti era en quien yo confiaba
ahora habrá muchas, y ya nada será nada.