Pienso, como piensa el viejo pescador anclado en su soledad.
Vuelo como aquellas gaviotas que hoy no le visitaron.
No conozco otro rumbo.
No espero más calma que la tormenta,
e incluso,a veces,
se me escapa un grito en mitad de la nada.
Déjame llegar a puerto,
déjame levar el ancla.
Que no quiero compañeros,
no quiero las ataduras
que un día me prometieron
y antes yo les prestaba.
Reiré cuando esté a salvo
aunque ese día no llegue,
aunque antes de eso me muera
y el mar se lleve mi nombre.
El mar,que todo lo daba
el mar que te habla dormida
aquella mar tranquila
que me hizo enamorarme del agua.
Y hoy...sólo queda una cosa
ni el mar, ni el Sol ni la lluvia:
la calma, del mar sacada
que vela por que yo viva.
Libertad .......la soledad de la elección,la música de nuestra mente,la sonrisa de la mañana,el deseo en nuestro pubis....
Bsitos