En lo alto refulgen las estrellas,
más altas que cualquier pensamiento.
Abre los ojos y mírala a ella,
que se eleva y llega hasta el cielo.
Es curioso, pero no distingo
entre la Luna y su sonrisa,
entre las estrellas fugaces y su cabello.
Aún quedan horas
para que salga el Sol y amanezca.
Que abra sus ojos grises,
que brillen como la aurora.
Cantan las sirenas al viento,
cantan mientras el mar vela,
porque todo aquello que cantan
antes lo cantó ella.
Ya muere la noche más fría,
asoma el Sol su corona
la noche despide a la brisa
...y el Sol corona a su reina.