Al pensar en el momento de la muerte, no puedo evitar sentir una irrefrenable necesidad de expresar todo aquello que siento y que los demás deberían saber. Sin embargo, no lo hago...Eso es morir un poco, como decía Neruda.
Si no gastas el tiempo que se te da, entonces puede ser que no lo merezcas. O puede que haya veces que lo gastes de una manera tan buena que puede que merezcas algo más. Pero lo cierto es que el tiempo que tienes es el que es, y sólo aprovechándolo podrás dilatarlo a tu gusto.
Es tan tópico, y a la vez tan cierto...Creo que cuando me muera no encontraré muchos más consuelos para irme en paz que el haber aprovechado todo el tiempo que se me dio, y el haberlo hecho de la mejor forma posible...Pero, en fin, como sé que eso es algo muy complicado, procuraré quedarme con los mejores "aprovechamientos", a ver si con eso me vale... ¿no?...
No termino de captar la metáfora sobre tu capacidad de dilatar el tiempo a tu gusto cuando lo aprovechas. Pues cuanto más lo aprovechas, antes pasa, entonces ¿qué quieres decir? A ver si aprendemos a expresarnos, que ya somos mayorcitos, ¿eh?
Creo que cuando te mueras no necesitarás ningún consuelo, en todo caso será antes de morirte si tienes la desagradable suerte de morir lenta y paulatinamente, cuando busques algún tipo de consuelo (la gente se conforma con Dios, creo que esa una debilidad de la persona, ¿nacen débiles, o la iglesia les hace débiles?)
En fin, creo que el mayor problema radica en los que se quedan tras tu muerte, y en el consuelo que encuentran tras tu nuevo viaje (no es que se alegren, je,je), ¿te dijeron que te querían? ¿te dijeron que sentían contigo?... Sin embargo, como en tu primer párrafo, no se suele hacer.
Por tanto, para el que lo quiera y sepa captar, “te quiero”, “eres la ostia” (je,je,je)
Neruda estaba en lo cierto: no decir lo que uno quiere o siente en el mismo momento en el que se te viene a la cabeza te deja un sabor amargo.
En cuanto a lo del tiempo, supongo que quieres decir que al aprovecharlo se dilata porque te hace sentir que lo disfrutaste todo lo que pudiste. No necesariamente tienen que ser momentos buenos, ni pasar rápido, es sólo una forma más de vivir, de hacer algo útil con el regalo de un nuevo día que nos conceden cuando nos levantamos.
Quizá después de la muerte no quede nada, o puede que quede mucho más. En fin, prefiero vivir con la incertidumbre durante mucho, mucho tiempo, y morir con la sensación de que no desperdicié ni un solo segundo de todos los que tuve.