6 de Septiembre 2005

Un saco más

Una vez más, recurro este sitio como escondite.
Y es que me veo de nuevo acosado por mis fantasmas. No es como antes, es distinto...no sé si peor.
Ya no soy capaz de reconocerlos. Hace tiempo que se desprendieron de sus enormes sábanas blancas y las conviertieron en pacíficas banderolas.
Pero los vientos cambian y, al parecer, ya no se encuentran cómodos en esa situación, tan lejos de mí, con mi tranquilidad luciendo tan fuerte en su noche, y han decidido abandonar las banderas, la paz y mi memoria.

Me va a costar identificarlos. Yo pensaba que vendrían esparciendo su rosario de huesos por el camino, pero no es así. Se lo toman bastante más en serio, al parecer.

Esto me pasa por bajarme de mi atalaya, por creer que podría abandonar aquella elevada posición, agotadora pero segura. Ahora habrá que comenzar a limpiar otra vez. Empezaré por la cocina, donde guardo la salsa que le da alegría a la vida, la cual no me gustaría que se cortase. A ver si entre todos conseguimos sanear la casa poco a poco.
Después, creo que amontonaré en la entrada unos cuantos sacos terreros llenos de letras como este.

Quizás así ahuyente a los fantasmas aunque, francamente, me contento con poder sentirme un poco protegido. Y poder dormir tranquilo.

Escrito por Dorian a las 6 de Septiembre 2005 a las 12:51 PM
Comentarios

Pero cómo fluye la lírica, amigo mío... Cómo fluye!

Escrito por J a las 8 de Septiembre 2005 a las 11:50 AM
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