10 de Febrero 2006

Suspensión

No debería estar aquí.
Es tarde para mi reloj interior. Pero la ocasión lo merece.
Hace un rato que he estado más cerca que nunca de mi particular Nirvana. Por primera vez en mucho tiempo (años, sin miedo a equivocarme) he sentido que no importaba nada.

Todo se había ido lejos, muy lejos.
Y me he sentido muy muy bien. Como si no me esperara nada ni nadie, como si no tuviera que hacer nada, sólo existir para y durante ese momento. Este par de días de frustraciones han servido como dignos maestros de ceremonias, sin duda.

Qué gloriosa felicidad...

Qué momento, amigos, qué momento.

Escrito por Dorian a las 10 de Febrero 2006 a las 01:23 AM
Comentarios

Qué envidia, pisha. Ya explicarás por qué...

(estudios => ya ni navego)

Escrito por J a las 18 de Febrero 2006 a las 06:40 PM
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