Nostalgia, pena.
Una sensación que pesa como una roca, y me aplasta. La melancolía, que entra por mis fosas nasales y oxida mis pulmones.
Me tiendo en la cama. Y mi cuerpo pierde su forma. Mi mente se rinde, y es transportada al fondo del viejo abismo donde sólo hay niebla y oscuridad. Allí se le administra un último sedante antes de que decida por sí misma cómo salir de allí.
Pero ella no puede salir sola.
Necesita luz.
Escrito por Dorian a las 4 de Febrero 2006 a las 02:37 AM