26 de Febrero 2005

Una tarde fría, un banco y conversación

Hoy no tengo ganas de escribir pero como sí tengo necesidad, voy a pervertir un poco este lugar llenándolo de un poco de aquí-un poco de allá.

Me siguen pareciendo curiosas muchas cosas, aunque como ya he dicho en alguna ocasión todo viene a ser una misma cosa.

Hoy he tenido una de esas tardes que te trasladan al pasado, y vuelves a ver a aquella gente, y vuelves a hacer esas cosas y visitas aquellos sitios.

Pero además también vuelves a sentir lo mismo, y de repente me he encontrado sentado en un banco, con un amigo de tiempo ha, y recordando la felicidad inocente y boba (en el mejor sentido) de aquellos días.

Y qué calma y tranquilidad experimenta uno de repente. Incluso llegaría a pedir que se parase el tiempo para no dejar de sentirla, por mucho que sepa que dicho sentimiento no es sino una suerte de engaño.

Al fin y al cabo, en esta vida lo que de verdad importa no es lo que pensamos que deberíamos sentir sino lo que de verdad sentimos, sea ésto real o "ficticio".

Así pues, esa es la lectura de esta sesión. No dejar de valorar ningún momento, pues ha quedado patente que los pequeños momentos gustan de convertirse en algo "muy grande para lo pequeños que parecían".

Que ustedes los disfruten...

Escrito por Dorian a las 26 de Febrero 2005 a las 12:30 AM
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