Señores del jurado, nada más que declarar. Me han vencido, espero mi condena con más tristeza que resignación. El valor se demora, como de costumbre. ¿Alguién compulsó su billete? Temo que ni siquiera esté en camino.
Esa debilidad...Ese vacío aderezado con rabia, con la sensación de no haber hecho bien las cosas. Y agotamiento, anímico sobre todo. Errores de cálculo, suposiciones erróneas (por definición), y la maltrecha voluntad en la cuneta.
Es otro día para recordar, dentro de un año quizás. Como el día que hoy recuerdo. Ese día que hoy me empaqueta un año entero y me lo regala envuelto en papel de periódico mojado. Ya no se lee lo que pone en las noticias, pero eso no significa que no ocurrieran.
Hoy me bebo los posos de mi particular vaso de amargura.
A su salud, señores.
Escrito por Dorian a las 21 de Enero 2006 a las 03:34 AM