Otro mes en que no escribo.
Mes de pérdida en varios aspectos.
Tiempo perdido en pensar que no podría con lo que, al final, he podido.
Pensamientos, que no recuerdos, perdidos en el pasado. En todos los sentidos: están perdidos hurgando por otros tiempos, y allí los perdí yo.
Yo he estado perdido por el mundo. Y digo tristemente perdido.
Digamos que ha sido un bagage meramente físico, pues mi cabeza no ha sido capaz de echar a volar como pretendía (ansiaba, más bien). Eso sí, me he vuelto a llenar los ojos con amaneceres francamente bonitos, en lugares distinguidos.
Una vez más, mención especial a mis ángeles custodios (también andan perdidos en ocasiones). Me asombra su capacidad para llenar tanto vacío con tan poco.
Y entre tanta pérdida, alguna que otra ganancia. Principalmente acompañada por libros y/o música (sí, siguen siendo buenos regalos).
Autosorprendido por este último apunte tan materialista - hay algo más, lo sé, pero hay que cavar profundo y mejor no molestar a los demonios de las profundidades (... hijo de Moria xD)-cierro este mi único post del mes pasado.
Seguiré buscando el modo de amaestrar a mi espíritu para echar a volar de propia iniciativa, no siempre me veo con fuerzas.
Por cierto, una buena película: El lado oscuro del corazón (enseña a volar)